- «La principal causa de ceguera en mayores es la degeneración macular y la diabetes»
- El envejecimiento de la población y la prevalencia de la diabetes, causa del aumento de las retinopatías
La cartera asistencial de Hospital Creu Roja está creciendo con nuevas especialidades y con la incorporación de especialistas a los diferentes servicios. Es el caso de la unidad de Oftalmología en la que se ha integrado recientemente el Dr. Rodolfo Bolados. Graduado en Medicina por la Universidad de Valparaíso, Chile; Bolados, es experto en retina médica y quirúrgica. Se doctoró en la Universidad de Barcelona y cursó máster en Patología Vascular de la Retina, Inflamaciones Intraoculares y Tumores por el Institut Oftalmològic Barraquer. Bolados suma una larga experiencia como oftalmólogo en varios hospitales de Barcelona, Canadá y Alemania.
Con equipamientos y quirófanos renovados, la unidad de Oftalmología va a ir ampliándose precisamente en el ámbito de la rama de la retina de la que el doctor Bolados es especialista. Las enfermedades de la retina más frecuentes son causadas por lo que el especialista calificó como «pandemias». Por un lado, señala la alta prevalencia de la diabetes agravada por la falta de hábitos
saludables en alimentación, deporte y reducción del estrés. Así mismo, se está adelantado la edad en que hace aparición la diabetes del tipo 2: «Antes comenzaba a los 50 y ahora ya estoy viendo personas de 40 años con problemas graves», refiere.
No todos los pacientes van a desarrollar retinopatía diabética. Esto dependerá del cuidado que tengan con el azúcar y de cuanto tiempo haga que padezcan la enfermedad. «El edema macular diabético, es la complicación más frecuente. El paciente tiene visión borrosa en el ojo al tener líquido en la mácula». Estos pacientes son tratados con inyecciones de corticoides intraoculares que buscan secar la mácula. «Son tratamientos crónicos, generalmente son largos. El paciente tiene que seguir un control mensual», advierte Bolados.
El envejecimiento de la población está detrás de otra de las enfermedades de la retina más frecuentes: la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). «Hay cierta incidencia genética, pero también hay factores conductuales: si el paciente fuma, tiene una dieta baja en antioxidantes naturales o no consume pescado azul, cuyos ácidos grasos hacen es que la retina envejezca más lentamente», explica.
«Es importante tener buenos hábitos, porque el tiempo sigue corriendo y lo único que no podemos evitar es la edad». En este sentido Bolados destaca que «la enfermedad parte alrededor de los 55 años, con una prevalencia baja, del 3, 5 por ciento. Después de los 70 años sube, al 15 por ciento. O sea, una de cada 10 personas de más de 70 tiene algún grado de degeneración macular asociada a la edad»
Según explica el experto, la DMAE puede ser de dos tipos. La llamada seca se produce por un desgaste de la retina que es la capa más interna del ojo y donde se concentran los fotorreceptores que captan la luz y envían una señal química al cerebro a través del nervio óptico. La mácula es la zona central de la retina, donde hay mayor número de estos receptores. «Cuando se va gastando la retina, los receptores de la visión se empiezan a atrofiar y empiezan a disfuncionar».
Por otro lado, la DMAE húmeda se produce por la poca oxigenación de la retina: «Se generan neovascularizadores debajo de la retina, son vasos de baja calidad que se rompen y sangran con facilidad. Con la DMAE seca la visión va bajando de forma gradual en cambio, la húmeda, produce una pérdida de visión súbita», incide.
Además de la mencionada pérdida de visión súbita central, otros signos de alerta son la aparición de escotoma, una mancha negra que no se mueve; o la metamorfopsia que genera distorsión de las líneas rectas. En estos casos, Bolados aconseja acudir de inmediato al oftalmólogo para determinar las causas e iniciar el tratamiento lo antes posible.
«En países desarrollados, la principal causa de ceguera legal en pacientes mayores es la degeneración macular y la diabetes». Por ello, continúa, «hay que poner el énfasis en el screening. El paciente diabético tiene que revisarse una vez al año. Y el paciente mayor, a partir de los 65 años, es aconsejable que realice una visita anual. Una revisión con el oftalmólogo siempre te va a aportar cosas. Hay que mirar bien. El que mira, encuentra».
«La población infantil también es crítica» añade el experto, «porque antes de los 8 años es cuando el ojo aprende a ver». Por otro lado Bolados apunta que «la luz natural es importante para desarrollar el ojo en crecimiento». El uso abusivo de pantallas y la escasa actividad deportiva al aire libre están detrás del incremento de la miopía en jóvenes y niños: «Se estima que para el año 2050 el 10% de la población va a ser miope”.
Además de los controles y revisiones a niños y adultos, y los screenings a poblaciones de riesgo, como pacientes diabéticos y pacientes con degeneración macular, la unidad de oftalmología del Hospital Creu Roja ofrece servicio de urgencias oftalmológicas. Así mismo se realiza cirugía de cataratas, cirugía facorrefractiva para pacientes présbitas; y cirugía oculoplástica.
