En Creu Roja Hospitals los pacientes de larga estancia son personas derivadas del Servei Públic de Salut normalmente en situación de desamparo. Pacientes sin recursos económicos, ni familiares que puedan ocuparse de ellos.
Los trabajadores sociales de Creu Roja Hospitals realizan las gestiones necesarias para conseguir un lugar adecuado para estos pacientes, muchos de edad avanzada, o con patologías crónicas que les impide valerse por sí mismos, y que no tienen un lugar adónde ir. En función al estado de salud del paciente, estas estancias pueden alargarse mucho en el tiempo, pasando en el hospital incluso años. De ahí que las instalaciones se hayan ajustado a este tipo de pacientes, como la amplitud de algunas habitaciones o zonas comunes como los jardines, que permiten una mayor comodidad durante estas largas estancias.
No obstante, en ocasiones, una de las características de este tipo de usuario es la soledad. Al no tener familiares o amigos cercanos, no reciben visitas. El programa de voluntariado de Creu Roja contempla esta necesidad, organizando la unión entre voluntario/a y paciente para la realización de visitas periódicas. Inicialmente, se asigna un voluntario a una serie de pacientes y, durante las primeras visitas se comprueba la compatibilidad entre ambos. Una vez establecidas las parejas, ya se organizan las visitas en función a la disponibilidad de los voluntarios.
Merche M. y Driss L. suponen uno de los casos de éxito de esta iniciativa. Él es un paciente que padece ELA y su movilidad se ha visto reducida durante los últimos meses, viéndose afectado de manera leve en una de las piernas, y de manera algo más severa en uno de sus brazos. Proveniente de Marruecos, Driss no tiene a nadie en la isla, y sus circunstancias médicas le imposibilitan el traslado a otro centro. Merche lleva muchos años como voluntaria de Creu Roja y son muchos en los proyectos en los que ha participado. “Pero el de compañía es uno de los que más me gusta y reconforta”, comenta Merche ataviada con un chaleco rojo de la institución. “Además, las personas son muy agradecidas y llegas a cogerles mucho cariño”.
Durante las visitas, que Merche intenta que sean frecuentes, salen a pasear por los alrededores del hospital, o aprovechan los espacios comunes del propio centro. “Durante la pandemia se paralizó el acompañamiento a pacientes, pero una vez terminada, poco a poco fueron retomando todo lo que quedó parado entonces”, nos explica Merche.
Driss espera con ilusión las visitas de Merche. “Son muy importantes para mí estas visitas, porque no tengo a nadie que venga a verme, y con Merche hablamos de muchas cosas”, comenta Driss. “Me gustaría que viniera más”, finaliza riéndose.
Son muchos los voluntarios de Creu Roja que donan su valioso tiempo en muchos de los proyectos que la organización tiene, algunos de manera permanente y otros acotados en el tiempo. Para Creu Roja la red de voluntariado es un valiosísimo activo que permite llevar a cabo muchas iniciativas que, de otra manera, sería inviable
realizar.